Hablemos de Género y Sexualidad

Hay un desconocimiento general sobre las diferencias entre sexo, género y orientación, el primer se refiere al hecho de que uno nace hombre o nace mujer, el segundo es tu propia identidad, es decir, el hecho de sentirse masculino o femenino y por último, la orientación sexual define tus gustos y preferencias concibiéndote como ser heterosexual, bisexual o homosexual. 

Ese desconocimiento provoca que nos quedemos anclados en ideas tradicionales, en ideas que reflejan una estructura jerárquica para mantener el control organizado de la masa, impidiendo que actúen, que sientan, que se liberen. No nos damos cuenta de que hasta en nuestra sexualidad también estamos influenciados por la sociedad. El sexo es un producto social, y la satisfacción de las necesidades biológicas se convierten por tanto en un aspecto cultural.

 

Realizamos construcciones sobre los papeles y los roles de debemos desempeñar como mujeres y como hombres, no nos han enseñado a conocernos como personas como seres únicos y diferentes sino como dominante y dominada o sumisa, con una estructura vertical en vez de horizontal.

Es también un interés capitalista que exista esta jerarquía entre hombres y mujeres, que bajo todas las circunstancias siempre haya un poder de uno sobre otro, por eso el patriarcado está presente en todas las instituciones y medios de comunicación que lo potencian por el propio beneficio.  

Pero, ¿la culpa del patriarcado, es solo del hombre? Ni mucho menos puede eludir su culpa y su compromiso con la modificación de esta estructura, pero por su parte la mujer debe ser la primera que transforme muchas de sus acciones y de sus pensamientos, que modifique radicalmente su rol como “esclava del amor” y que adquiera poder de decisión sobre sí misma. 

 

Esta lucha se debe llevar a cabo desde la igualdad y el respeto hacia los dos sexos, sin exclusión, respetando cualquier forma de identidad y de orientación sexual para dejarnos de ver como objetos sexuales y vernos como seres maduros en busca de relaciones placenteras. 

¿Es la homosexualidad una enfermedad mental o un problema emocional?

Los psicólogos, psiquiatras y otros profesionales de la salud mental concuerdan en que la homosexualidad NO es una enfermedad, un trastorno mental ni un problema emocional. Más de 35 años de investigación científica objetiva y bien diseñada han demostrado que la homosexualidad, en sí misma, no se asocia con trastornos mentales ni problemas emocionales o sociales. 

 

En el pasado, los estudios sobre personas gay, lesbianas y bisexuales incluían sólo aquellos bajo terapia, creando así una tendencia en las conclusiones resultantes. Cuando los investigadores examinaron los datos sobre dichas personas que no estaban bajo terapia, se descubrió rápidamente que la idea de que la homosexualidad era una enfermedad mental no era cierta.

En 1973, la Asociación Americana de Psiquiatría confirmó la importancia de una investigación nueva y mejor diseñada y suprimió a la homosexualidad del manual oficial que detalla los trastornos mentales y emocionales. Dos años después, la Asociación Americana de Psicología promulgó una resolución apoyando esta supresión.

 

Durante más de 25 años, ambas asociaciones solicitaron a todos los profesionales de la salud mental que ayuden a disipar el estigma de enfermedad mental que algunas personas todavía asocian con la orientación homosexual.